lunes, 10 de noviembre de 2008

XISCO FUENTES


PAISAJES EN LA MEMORIA

Francisco Fuentes Martínez nació en Nerpio, en la calle del Rincón, como al pintor le gusta matizar, el 13 de julio de 1.958. AlIi vivió hasta 1.966, fecha en la que emigro junto a su familia a la localidad mallorquina de Calvia.
Tenia ocho años cuando se fue de Nerpio, dejando atrás su infancia y los recuerdos de su niñez. Regreso al pueblo alguna que otra vez, de forma esporádica, por asuntos familiares, sin detenerse a contemplar el lugar que le viera nacer y donde paso los primeros años de su vida, ese tiempo misterioso de la infancia del que nutrimos nuestras sensaciones para toda la vida.
Fue hace dos años, después de una estancia mas prolongada, cuando descubrio impresionado su interes por los paisajes, la belleza del entorno y la hospitalidad de las gentes de Nerpio.
Entonces decidió realizar una serie de cuadros dedicados a su pueblo, una obra donde quedase constancia a través de su pincel del pueblo como él lo dejo hace más de treinta años.
Así lo hizo, plasmo en más de sesenta cuadros de una gran calidad pictórica, paisajes y personajes que necesitaban con urgencia ser inmortalizados antes de que el tiempo borrara las huellas de su paso por esta tierra.
Después de más de un año dedicado exclusivamente a dicha tarea, el pasado mes de agosto tuvo lugar, con gran éxito, la exposición del pintor Xisco Fuentes dedicada a Nerpio.
Con paisajes plagados de matices sugerentes, poblados de luz y colorido, Xisco utiliza muchos colores cálidos; ocres, amarillos y naranjas que reproducen imágenes de una capacidad artistica fascinante. Son óleos en varios soportes como lino, lienzo, madera o corcho, donde el pintor consigue diferentes texturas reflejando con maestría los trazos ocultos de un pueblo a través de su entorno.
El paisaje sólo existe realmente si existe la contemplación, contemplar es ver el alma de las cosas. Un hombre es, lo que se atreve a contemplar y Xisco nos dio una buena oportunidad para hacerlo con esta estupenda exposición donde expresa su fidelidad al realismo.
Es impresionante la fuerza de sus retratos, un viaje lucido y turbador donde se palpa el sufrimiento y desconsuelo del paso del tiempo. El pintor eligió varios personajes mayores, entre los que destaca el cuadro de Florentino tirando de su cabra con su permanente carga a las espaldas, un óleo de gran valor sentimental para los nerpianos que conocimos a este hombre excéntrico y misterioso.

El pintor quedo sorprendido por la gran acogida que tuvo la exposición, tanto por el numero de visitantes como por su nivel de ventas. La sala de exposiciones, ubicada en La Terrera, fue en la ultima quincena de Agosto uno de los lugares más visitados de Nerpio, los que salían de ver la muestra comentaban impresionados las buenas sensaciones que sintieron contemplando esta maravillosa obra pictórica.
El pintor sigue trabajando en su estudio de Mallorca, en la actualidad realiza una serie dedicada a la arqueología índustrial, tanto en esta serie de cuadros, como en su obra dedicada a Nerpio, Xisco mantiene su compromiso personal con una visión ética del entorno, una apuesta comprometida por la estética en estos tiempos comerciales.
Habla con nostalgia de viejos edificios de Nerpio que según su opinión tenian que haberse conservado, como las fachadas del antiguo cuartel y las del propio ayuntamiento.
En uno de sus cuadros mas grandes, Xisco nos muestra la plaza de Nerpio tal y como
era cuando el se marcho, un ejercicio sentimental de nostalgia de un artista dedicado a las esencias de la memoria, como tituló un bonito y emotivo poema, dedicado a su padre, que acompañaba al folleto publicitario de la magnifica exposición que realizo en nerpio con la que nos recupero los paisajes de nuestra memoria.

Pedro Serrano Gómez (2000)
Fotos;La plaza del pueblo.Óleo sobre tela.2,70x1,50m.
Florentino y su cabra.Óleo sobre tela.180x60cm.
Xisco Fuentes