Después del revuelo ocasionado en el pueblo por el cambio de día del mercado, el ambiente socio-político parece calmado con la vuelta a su día natural, el sábado por la mañana. Las protestas de los vecinos y del escaso éxito que tubo el mercado los martes hicieron recapacitar al consistorio para dejar las cosas como estaban. Así pues como es costumbre en estos días de fiesta quien lo desee podrá estrenar él ultimo "modelito" exhibido en las perchas del mercado del sábado.
Los rollos de pan bendito que se reparten a todos los que acuden a la ermita son una de las costumbres mas arraigadas del día de la Virgen, cuentan las mujeres más devotas que este pan bendito se conserva intacto con el paso del tiempo sin sufrir deterioro.
Son de gran vistosidad las numerosas ofrendas de frutos de la tierra que recibe la patrona y que posteriormente son subastadas en las tradicionales pujas. Hace unos años la imagen de la virgen recorría el pueblo en andas al capricho de los que más pagaban por ello.
Las pujas son una de las tradiciones de estas fiestas pero a su vez son también una contradicción como ocurre con ciertas fiestas religiosas en nuestro país. En esta singular subasta, el ultimo día de la fiesta, suben la virgen a su trono quien más dinero ofrece por ello, esta claro pues que casi todos los años lo hacen quien más posibilidades económicas tiene, así son paradójica mente algunas fiestas llamadas populares, en estas de la Virgen de la Cabeza en Nerpio ese gusto "devocional" de subir a la patrona a su trono se lo han dado casi siempre los mismos, es decir, los que mas dinero tenían para poder hacerlo, bien es cierto que estas costumbres han ayudado a solventar económicamente la fiesta. Hoy cualquier grupo puede permitirse la satisfacción de subir a la virgen a su altar, esto hace unos años, era un lujo que solo estaba al alcance de unos pocos.Esta es una fiesta intima y de gran sentimiento entre los nerpianos que mantienen una gran devoción hacia la Virgen de la Cabeza, incluso muchos de los que no se consideran católicos sienten algo especial cuando ven pasar la imagen, este día muchas mujeres no pueden contener las lágrimas de emoción al paso de la patrona durante su recorrido por las calles del pueblo. La ermita es la estancia habitual de la Virgen de la Cabeza, estos días comparte también ese privilegio la iglesia de la Purísima Concepción recién restaurada y reluciente como no se veía desde hace muchos años. Las campanas de la ermita repicaran con su tono agudo característico entre el eco de los cohetes, tracas y petardos, en las calles colgaran los banderines y guirnaldas Y en el ambiente se respirara ese aroma a fiesta que solo en los pueblos se puede sentir.
Las fiestas de la virgen de la Cabeza siguen manteniendo algunos ritos, hay quienes realizan promesas y siguen descalzos la imagen durante las procesiones a cambio de favores de la divinidad. Otras costumbres casi desaparecidas son los exvotos de cera con partes del cuerpo humano que simbolizaban las zonas anatómicas curadas por la intersección de la virgen y trenzas del pelo que colgaban de las paredes de la ermita.
En estos días de fiesta se celebran verbenas, castillos de fuegos artificiales, música y bailes regionales a cargo de los Animeros de Nerpio y de la Cuadrilla del Tío Román, concierto de la Banda Municipal y espectáculos de variedades, algunos de ellos en la recién estrenada casa de la cultura.
Este año se espera la llegada de un numeroso grupo de invitados procedentes de Mallorca, que devolverán la visita que el pasado año realizo una representación nerpiana a tierras isleñas donde se celebro un emotivo simulacro del día de la virgen de la Cabeza en la localidad de Calviá donde reside una de las mayores colonias de la diáspora local.
El día de la Virgen de la Cabeza en Nerpio es una fiesta que los vecinos sienten con especial sensibilidad, una tradición que los nerpianos llevan en su corazón, pues como dice la copla que cantan los Aguilanderos:
"Nerpio no se llama Nerpio, que se llama la pureza, por que tiene de patrona, la Virgen de la Cabeza".
Pedro Serrano Gómez. La Verdad de Albacete. Sábado 25 de Abril de 1.998