lunes, 27 de octubre de 2008

NERPIO, UN LEGADO HISTORICO


Existen datos contrastados de que el hombre estuvo por estas tierras hace mas de cinco mil años, lo confirman las pinturas rupestres que son patrimonio de la humanidad y una de las riquezas culturales e históricas más importantes de Nerpio. El arte rupestre distribuido entorno al río Taibilla es para los expertos en la materia uno de los vestigios prehistóricos más importantes de España.
 Antes y después de aquellos hombres que dejaron sus huellas plasmadas en las cuevas, la historia existe pero poco se sabe de ella, sobre todo en ciertas épocas oscuras del devenir del tiempo por estas latitudes. Los Iberos que habitaron el sur y el este de la península entre los siglos VI a. C. Y, 11 a. C., dejaron constancia de su paso por Nerpio sobre todo en el poblado Ibérico de El Macalón, un yacimiento arqueológico saqueado brutalmente a lo largo de este siglo. Parte de la historia de este pueblo eran sus ruinas atávicas robadas por carroñeros sin escrúpulos. Desde su cumbre estratégica mirando el Taibilla, El Macalón reposa en silencio sobreviviendo al olvido.


En la época Romana a principios de nuestra era, Nerpio fue paso de viajeros y comerciantes, parece ser que el vocablo, Nerpio, proviene de ese periodo en que los romanos estuvieron por esta zona, también dejaron vestigios arqueológicos a lo largo del extenso termino municipal. 
Con los reinos Visigodos sobre el año 500 fue centro de encuentros bélicos que se prolongarían hasta la marcha de los Arabes.

A mediados del siglo XI la historia de Nerpio se encontraba ligada al castillo de Taibilla, hay ya en esa época datos de intelectuales islámicos que lo certifican.
Las primeras referencias documentales que hay sobre la población de Nerpio datan del año 1.242, durante los primeros meses de ese año tropas santiaguistas y aragonesas conquistaban Nerpio y Taibilla, junto con los castillos y poblaciones musulmanas de la comarca. Ese mismo año Femando III el santo, otorgaba a la orden de Santiago la villa de Segura de la Sierra con todos sus términos, en los que estaban incluidos Taibilla y Nerpio.

En julio de 1.243, el príncipe Alfonso, futuro Alfonso X el sabio, confirma los términos de Segura de la Sierra, entre ellos se encuentran las aldeas de Nerpe y Tayviella, limitando con la Graya, Yeste, Miravetes, Bolteruela y otras comunidades pobladas por musulmanes. Unos años después en 1.264, los musulmanes del reino de Murcia se sublevaron contra Castilla y las tropas santiaguistas pudieron evitar que el levantamiento tuviera éxito en Taibilla, lo que indica la existencia ya de un reducido núcleo de pobladores cristianos en esta fortaleza tan próxima a la frontera granadina.

La consolidación del núcleo de Taibilla se produjo en las ultimas décadas del siglo XIII, en esa época parte de la población era mudéjar, de la que la orden de Santiago extraía importantes tributos feudales.
Años después con la ocupación aragonesa del reino de Murcia y la perdida de Huescar en 1.334, casi se anulo el proceso de repoblación de la zona. La frontera con Granada quedo, de nuevo, situada en los limites de la encomienda de Taibilla, acentuando el carácter militar de estos territorios.
 La necesidad de defender esta zona fronteriza llevo a Femando IV el emplazado, a solicitar del pontífice la predicación de la cruzada por todo el reino castellano para el mantenimiento del castillo de Taibilla. En 1.386, Inocencio VII, el papa que quiso resolver el cisma de occidente, expedía una bula en Aviñón instando a la defensa de los castillos de Taibilla, Segura y Yeste.
Parece ser que tras la caída de Granada, en 1.492, la comarca queda desolada y casi despoblada. Con la desaparición del reino musulmán de AI- Andalus, se acentuó la explotación económica de la zona.
 A la llegada masiva de ganados la acompañó un aumento progresivo de las roturaciones agrícolas y la construcción de algunos molinos para el cereal que propiciaron el inicio de un débil asentamiento en la casi desaparecida aldea de Nerpio.
En las primeras décadas del siglo XVI se produjo una rápida colonización del territorio, fue cuando posiblemente comenzó a conformarse lo que hoy conocemos como Nerpio, con el asentamiento de pastores y campesinos. En 1.575 Nerpio contaba ya con una población estable de cincuenta familias, existían seis ruedas de molinos y nacieron algunos caseríos rurales ocupados temporalmente como Yetas y Chorretites. Para entonces ya se había consolidado la realización de una mesta anual en el segundo domingo del mes de agosto, posiblemente esas ferias a mediados del segundo milenio fueron el origen de lo que hoy conocemos como, las fiestas de agosto.
Al finalizar ese siglo, en 1.597, Nerpio contaba ya con 147 familias, cifra que se mantendrá estable durante las siguientes décadas, lo que convierte, claramente, a la segunda mitad del siglo XVI en el periodo clave de consolidación de Nerpio como núcleo de población.
A principios del siglo XVII, los habitantes de Nerpio comenzaron las protestas ante lo complicado de su situación jurisdiccional y la escasa atención que se les prestaba desde Yeste, de quien dependían. En la segunda mitad del siglo comenzaron los tramites para solicitar el privilegio de villazgo, este se consiguió el 26 de junio de 1.688. Por la obtención del titulo de villa se tuvo que pagar la cantidad de 1.125.000 maravedies. Para garantizar el pago, la comunidad de vecinos otorgó una carta de obligación a favor de Martín Tejada, secretario del rey y depositario del Consejo de la Cámara. Esta cantidad resultó de asignar a cada vecino la cifra de 7.500 maravedies, comprometiéndose la villa a que se pagaría más si hubiera un mayor número de vecinos.
Casi un siglo después en 1.755, la población estaba formada por 315 casas, casi todas habitables, diseminadas por el campo había otras 133, que normalmente sólo se habitaban en la época de la recolección y de otras faenas agrícolas. Del total de población en aquella época, una tercera parte estaba formada por jornaleros, cuatro eran sacerdotes y el resto labradores.
A principios de este siglo, hace cien años, y según los datos del diccionario Espasa Calpe de la época, la densidad de población de Nerpio oscilaba entre 7 y 15 habitantes por Km2, lo que equivalía a unos 4.400 habitantes. A mediados de este siglo parece que fue la época que más poblada estuvo la comarca, sobre unos 6.000 habitantes se estima que vivían en Nerpio en 1.950. En los años sesenta y setenta se produjo un importante descenso con el éxodo masivo a las ciudades.
En estos últimos años del siglo XX la población se ha estabilizado entorno a los 2.000 habitantes que pueblan Nerpio y sus aldeas, lo que supone menos de siete habitantes por Km2.


No hay mucha información de otras épocas fundamentales de la historia de Nerpio, es posible que muchos documentos fueran sustraídos por funcionarios caciques y otros se perdieron o fueron destruidos durante y después de la guerra civil.
La conclusión es que por estas tierras pasaron muchos pueblos y civilizaciones, el hombre estuvo aquí hace mas de cinco mil años lo que demuestra que Nerpio, además de un paraíso natural, es un gran legado histórico.
Pedro Serrano Gómez
 La Verdad de Albacete (1995)