Daniel Sánchez Pernis, nació en Nerpio, el 12 de diciembre de 1.924, esta casado y tiene dos hijos. Este funcionario de correos jubilado tiene setenta y cuatro años, es el miembro más veterano de la banda de música en activo actualmente, todavía va a los ensayos, como el dice, gracias a su gran afición.
Comenzó a tocar a los diez años, primero el trombón, después el cornetín, para acabar finalmente tocando la trompeta, el que seria su instrumento toda la vida.
Su padre era músico por lo que la vocación le viene de herencia. Comenzó las clases de solfeo siendo maestro en Nerpio, Don Alfredo Parreño Picazo, a principios de los años cuarenta.
Recuerda cuando viajaron a Gontar, en una de las primeras salidas de la banda de música, llevaban como medio de transporte, el burro del garbancero, iba casi desmayado por que no le daban mucho de comer, el animal tuvo varias caídas durante el trayecto, por lo que los jóvenes músicos tuvieron que levantarlo cada vez que el pobre animal daba con los huesos en el suelo.
A Daniel le gusta toda la música, disfruta de ella en televisión o en la radio, cuando puede también le gusta acudir a conciertos en directo. Cuenta anécdotas de sus muchos años en la banda y muestra con orgullo viejas fotos y partituras desgastadas con el paso del tiempo.
Reconoce que ya se cansa un poco cuando toca y que algún día tendrá que dejarlo.
Cuenta Daniel, que sus mejores años como músico, cuando mas disfruto, fue cuando participo en la orquesta Ritmo, recuerda que tocaban en el huerto donde ahora esta la casa del cura, cobraban entrada y el que tocaba el bajo hacia a su vez las labores de portero. Tocaban durante toda la noche, los jóvenes en aquellos tiempos bailaban con gran entusiasmo, empezaban bebiendo cerveza y terminaban con paloma, no había tanta variedad de licores como ahora.
Daniel tocaba la trompeta en la orquesta Ritmo, durante tres o cuatro años tuvieron bastante éxito, incluso fueron a tocar a Las Minas de Calasparra.
Daniel se lleva la trompeta, algunas veces, cuando se desplaza a Murcia para seguir tocando, por que aun disfruta haciéndolo en los ratos libres.
Mientras charlamos, recuerda uno de los primeros pasodobles que toco hace ya muchos años, se llamaba “ El chico de las gaseosas” lo tararea: SI-LA-SOL-FA, “Este pasodoble era de los más solicitados en los años cincuenta”.
Cuenta Daniel que cuando era joven también toco el laúd, “ Me enseño el Tío Víctor, el padre de Víctor el de los Animeros”
“Tocábamos en los bailes, lo hacíamos de oído, era difícil y complicado hacerlo sin partitura, por eso me gusta mas el solfeo”.
Hace comparaciones de la banda antes y ahora, los cambios que se han producido y los directores que han pasado por la formación.
Sus aficiones son: un huerto donde se entretiene, jugar al truque y leer música, sobre todo viejos métodos, que le traen buenos recuerdos.
Según Daniel en Nerpio hay una gran sensibilidad para la música, desde hace mucho tiempo.
En uno de sus viajes a Francia, cuando tenia que salir fuera a trabajar, conoció a un músico del vecino país con el que entablo una buena amistad y quiso que se quedara allá con el, “ Pero a mi no me gustaba la forma de vida de Francia y regrese”.
Cuenta con entusiasmo sus viajes con la banda por la geografía de España y cuando estuvo en Italia. Guarda folletos de muchos de los lugares donde fue a tocar y recuerda a muchos nerpianos que pasaron por la banda en los muchos años que lleva en la agrupación.
Daniel siente nostalgia de aquellos años de su juventud, de la música, de su trompeta con la que sigue acudiendo a los ensayos, y como no, de la Banda Municipal de Nerpio, en la que sigue tocando y de la que forma parte desde hace más de medio siglo.
Pedro Serrano Gómez (1999)
