Ricardo Franquesa Plasencia, nació en Nerpio el 11 de Noviembre de 1.921. Esta casado y no tiene hijos. Tiene setenta y siete años. Es en la actualidad el miembro mas antiguo de la Cuadrilla de Animeros de Nerpio, de los que forma parte desde hace más de cincuenta años.
Ricardo toca el requinto, también conocido como guitarro, un instrumento con forma de guitarra pero mas pequeño, los hay de cinco y seis cuerdas.
Caminamos despacio, por el puente y la carretera, uno de los paseos que Ricardo suele frecuentar casi a diario. Cuando le pregunto por su vida, comienza a recordar algunos antiguos componentes de los Animeros que conoció a lo largo de sus muchos años en esta formación, como tocaban por las calles pidiendo el aguinaldo y aquellos bailes de animas de su juventud.
“ Los Aguilanderos éramos grupos de hombres que recorríamos las calles tocando y cantando. Para la Pascua pedíamos el aguinaldo, la figura principal era el “mochilero”, encargado de ir guardando los presentes recolectados en una canasta.
Al concluir la recogida, los jóvenes se marchaban a la casa de uno de ellos, para celebrar una buena comida o cena, en la que podía participar todo el vecino que se acercara, después se tocaba y bailaba, era la forma de divertirnos de entonces”.
Este hombre de pelo cano, andar tranquilo y mirada serena, habla con grave naturalidad, como reflexionando, tiene en el rostro las marcas que el paso del tiempo ha ido curtiendo a lo largo de los años, su afición es salir a la plaza y la carretera a charlar con otros hombres del pueblo.
Cuando hablamos de su edad, comenta: “Soy de la quinta el cuarenta y dos, aunque yo no hice la mili por que me libro mi padre”.
Comenzó a tocar cuando tenia trece o catorce años “ Empece con el Tío Ramón el abuelo, que era el abuelo de Jesús, el que toca la pandereta ahora en los Animeros, mira tu si hace años ya, el Tío Ramón el abuelo, tenia mucho talento pero sin explotar, tenia muy buen oído y mucha maña, con una navaja era capaz de hacer una guitarra”.
“ Siempre hemos tocado por aquí cerca, por los alrededores, en Navidad pedíamos el aguinaldo, íbamos de puerta en puerta, como el marrano San Antón”.
Recuerda los bailes de animas cuando se pujaba por salir a bailar, “Entonces había mucha miseria, se rompía una cuerda y teníamos que parar el baile. Hoy son todo rosas y flores, este guitarro que tengo yo, lo compramos con el dinero de las animas”.
“ Los Animeros o Aguilanderos, como se quiera llamar, somos ya viejos y todo nos pincha, lo que dice uno u otro, llevamos tanto tiempo juntos que muchas veces discrepamos”
Se lleva bien con todos sus compañeros, aunque tiene sus preferencias, sobre todo musicales:
“Julián toca muy bien el laúd y tiene un oído muy fino, su padre, José el Molinero, ya tocaba y cantaba muy bien, había también un tal Morales que tocaba muy bien la Bandurria, en tantos años he conocido a muchos”.
Ricardo Franquesa es el más veterano de los Aguilanderos, formación a la que pertenece hace más de medio siglo y en la que todavía sigue colaborando con su pequeña guitarra.
Pedro Serrano Gómez (1999)
