martes, 28 de octubre de 2008

ZOILA LA ULTIMA SULTANA DE TAIBILLA



Zoila González González nació en Peralta, Peña Rubia en 1.918, tiene ochenta y dos años y vive en La Tercia (Nerpio) con dos de sus hijos.
El año de su nacimiento es de triste recuerdo para ella, su padre murió a causa de la famosa y trágica epidemia de la gripe, la enfermedad se cobro más víctimas en un año, más de veinte millones de personas en todo el mundo, que heridos la 1 Guerra Mundial en cuatro.
El virus de la gripe se cebó tanto en nuestro país, que contaba por entonces con una estructura sanitaria deficiente, que la epidemia de 1918 tomo el sobrenombre de "gripe española".
Zoila tiene buena memoria, recuerda muchas cosas de su infancia en aquellos años de escasez; "Mi madre se volvió a casar con un viudo que la conquisto, por lo que fui criada por mi padrastro. He trabajado mucho durante toda mi vida, eran tiempos muy difíciles los que me toco vivir".
Es una mujer amable y trabajadora, cuenta pasajes de su vida con nobleza y simpatía, esta señora octogenaria sigue trabajando en la huerta, en la casa y si hace falta echa una mano a sus hijos con el ganado, su vida ha estado ligada a este castillo, que también llaman de La Tercia, junto al que lleva viviendo más de cincuenta años.
La Tercia es un cortijo situado bajo el Castillo de Taibilla, un lugar mágico que, según cuentan las crónicas históricas medievales, fue como la Santa Sofia de Estambul, iglesia y mezquita.

Después de una juventud de trabajo y sacrificio, Zoila se caso y tuvo siete hijos. Primero vivió en la Dehesa y poco después se trasladó al que ha sido su hogar hasta ahora en La Tercia. "Mi marido era ajorraor y trabajaba el campo, yo le ayudaba con las ovejas, antes nevaba mucho en invierno, había más agua y se recogían más cosas de la huerta, ahora no se que pasa, pero no llueve y nieva muy poco ",
Su marido murió en 1968, por lo que otra vez tuvo que luchar contra la adversidad y trabajar duro para sacar adelante a sus hijos.
"Desde entonces, soy la viuda de Antonio "el Represo" vivo con mis dos hijos solteros Pedro y Ceferino, tengo diecisiete nietos y cinco viznietos, hace ya mucho tiempo que soy abuela, a mi edad todo son achaques, aunque todavía ayudo en lo que puedo a mis hijos".

Lleva una pierna ligeramente vendada a causa de un pequeño accidente domestico. Su hijo Ceferino nos acompaña durante la charla y le recuerda las recomendaciones del medico, a su edad hay que ir apartando algunas actividades que ella se resiste a abandonar.
Habla con tranquilidad del pasado, sin nostalgia, como si fuera algo fresco, recién vivido, recordando la dureza de su vida, huérfana desde su nacimiento y viuda desde hace más de treinta años, cuenta su vida sin rencor hacia nada ni nadie, como si los malos recuerdos fueran casualidades del destino contra las que nada se puede hacer.
"He visto a mucha gente que ha pasado por aquí a visitar el castillo en todos estos años, yo misma he subido muchas veces arriba acompañando a los turistas y también con las ovejas cuando tenia buenas piernas, dicen que el castillo se esta cayendo pero yo lo recuerdo siempre igual".

Sigue fiel a su almanaque zaragozano donde controla el paso del tiempo y los efectos del firmamento y la luna en sus labores agrícolas y ganaderas. Ha vivido durante la segunda mitad de este siglo al regazo del castillo y conoce muchas historias y leyendas de otras gentes que habitaron este lugar.
La faena ahora es placida en este recodo del camino donde vive y trabaja Zoila, el crudo invierno hiela las paredes de esta casa que han sido testigo de la historia de Nerpio durante los últimos mil años.
La vida de esta mujer cubre prácticamente todo este siglo, su memoria es ágil y muchos sus recuerdos, es un verdadero placer escuchar la nobleza con la que cuenta su vida y la sabiduría con la que se expresa.
Es una señora amable, vestida de negro, que habita en La Tercia, Zoila, la ultima sultana de la fortaleza de Taibilla.

Pedro Serrano Gómez (1998)
Foto derecha; La Zoila.Nerpio 1999 (Óleo sobre tabla,54x30cm)Xisco Fuentes