miércoles, 12 de noviembre de 2008

NERPIO EN OTOÑO

COSAS DEL OTOÑO

Con la llegada del otoño cada año la fisionomía colorista y natural de Nerpio se transforma en ocres y amarillos atardeceres en los que el frescor de las primeras lluvias y los crepúsculos prematuros dejan una sensación de sosiego que se refleja en sus gentes, unos de regreso de la vendimia y la manzana en Francia y otros que permanecen todo el año en el pueblo en sus diferentes quehaceres. Termino el bullicio de Agosto y las decenas de visitantes que paseaban por la carretera dejaron el pueblo con su habitual tranquilidad, llego el otoño y con él las lluvias, este año en forma de fuertes tormentas. El Taibilla con las fuertes crecidas abastece de agua al embalse del mismo nombre y embellece los alrededores de Turrilla, también las lluvias y despues el sol poblaran la sierra de sabrosos niscalos, especie de hongos comestibles de color rojizo y anaranjado que gozan de gran fama entre los buscadores de setas por su exquisito sabor, son los "guiscanos" de Nerpio. En otoño comienza la recolección de la nuez, el fruto más característico de esta tierra de la que se exportan gran cantidad, las uvas que maduran en las parras son la materia prima para que del alambique salga el "carrasqueño", productos ambos, (nueces y anís) ya deberían tener una denominación de origen, siempre han sido afamadas las ricas y sabrosas nueces de Nerpio, así como el explosivo anís "carrasqueño" que aquí se elabora. Este otoño ha visto como Juan Angel, el sacerdote, se marcho del pueblo con la emoción de muchos vecinos de los que se gano el afecto por su simpatía y sus efusivas carcajadas, fue un párroco que se llevo bien con todos los vecinos, dejando el lado humano que es muy importante tratándose de un cura, hay que destacar la gran labor que este hombre hizo por Nerpio y por su iglesia, cuando llego hace unos tres años se encontró con una iglesia en pésimo estado, casi derruida, comenzó arreglando el reloj de la torre que llevaba varios años sin funcionar e inicio las obras de una cúpula que se estaba hundiendo, lucho por restaurar unos frescos bellísimos que aparecieron al comenzar a picar las paredes y poco a poco albañiles, pintores y carpinteros han dejado la iglesia nueva, Juan Angel se fue y nos dejo una iglesia restaurada, un buen recuerdo deja este sacerdote desde el punto de vista humano y estético, ya que de todas las fuerzas vivas del municipio se pudiera decir lo mismo al final de su estancia al frente de una institución, sobre todo desde la estética, en estos años en los que Nerpio va transformándose continuamente. Se rumorea en los mentideros del pueblo, - ya quedan menos después de que desaparecieran las Flechas, rincón emblemático de la carretera junto al puente, donde nos sentábamos a arreglar el mundo, los viejos de día, las nenas por la tarde y los mozos de madrugada, primero desapareció la acacia de enfrente donde antaño anidaban los "colorines", y ahora las Flechas, aquel viejo cartel que indicaba la llegaba a Nerpio, ahora el pueblo comienza mas arriba de la cochera del correo, aquel viejo autobús cargado de maletas al que los niños esperábamos en la Flechas y corríamos delante de sus ruedas hasta su llegada a la plaza gritando, el correo, el correo... Espero que las acacias de la carretera no pasen también al bucólico recuerdo de los que gustan soñar despiertos recordando este pueblo - en algún corrillo y en los bares, se comenta la extraña muerte de una yegua, unos dicen que la mataron a tiros y otros que fue muerte natural, hay también quien mantiene la hipótesis de que el animal sufrió un accidente, los rumores en el pueblo bajan por el Taibilla y cuando río suena... Las patatas están en los bancales, con tantas lluvias no se han podido coger antes, después de unos días soleado s comienza la recolección, este año parece que hay menos nueces y almendras, baja mucha agua por los ríos, y todo sigue estando verde a pesar del otoño. Puede ser todo un espejismo, el pasado verano un amigo Nerpiano licenciado en biología me contaba su preocupación por la falta de renacuajos en las orillas de los ríos, un síntoma según él, de hasta donde llega la contaminación con los miles de productos químicos que mal usamos. Con el otoño en Nerpio llegan los nuevos maestros, la plaza mas alejada de la provincia hace que los habituales sean pocos y cada año deambulen por aquí nuevos profesores. Otro dato significativo es la cantidad de jóvenes embarazadas y el buen nivel de natalidad, síntoma de que el pueblo crece y se renueva. Son las cosas del otoño en un pueblo en el que vive el hombre más longevo de la provincia, esta el nogal más grande de Europa y donde se encuentran algunas de las más importantes pinturas rupestres de España, un lugar rodeado de un paisaje de ensueño, donde hay mas nueces que ruido, dorado por estas fechas del otoño donde los atardeceres son amarillos y relucen con el sol de la tarde en los campos de maíz cuando las primeras chimeneas comienzan a humear.

Pedro Serrano Gómez
La Verdad de Albacete. Sabado 18 de octubre de 1.997.
Brazal en Nerpio. Acuarela. Zacarias Cerezo