Las tardes se esconden
ocultando los sueños
que sueñan
con tardes escondidas.
Así llega el desasosiego
los ardores primaverales
primeros calores
versos desesperados.
Tus manos guiando
mis leves esperanzas
la sonrisa de mi alma
entre erizados sonetos.
La fuerza sin sentido
cansado de falsos alivios
aromas ocultos de azahar
penúltimos auxilios.
Sueños de primavera
dulces de canela
brotan de la humedad
con el jugo adecuado.
Preparando la tierra
las hortalizas doradas
que sembraba mi padre
aquellas tardes de abril.
Cuando veía tu cara
que me miraba
en la luna que asomaba
por el barranco de la Tená.
Pedro Serrano Gómez
06/03/2.007
Enviado desde mi iPhone