Llegaste en verano
con tu corto pantalón
sonriéndole a la vida
con agradable emoción.
Cuando llegó el otoño
tu sonrisa no se apagó
hiciste de los crepúsculos
una nueva inspiración.
En invierno por fin
la escarcha se desvaneció
recordarte cada noche
fue mi cálida ilusión.
Llegó la primavera
y fuiste esa flor
que siempre va conmigo
dentro de mi corazón.
Pedro Serrano
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