A finales de la década de los 80 se produjo un cambio político en Nerpio, entre el nuevo equipo de gobierno del ayuntamiento destacaron dos nuevos concejales que resumían el nuevo talante municipal; Antonio Carreño fue concejal de cultura y organizó entre otras cosas un congreso internacional sobre arte rupestre que se celebró en Nerpio y participó activamente en la creación del Parque Cultural. Martin Nieto fue vicealcalde de Nerpio y pedaneo de Pedro Andres persona afable y dialogante que hacía de enlace entre la vieja guardia del psoe local con los críticos e independientes. Treinta años después, este pasado verano de pandemia, los encontré casualmente y les retrate en esta guisa; el primero practicando deporte por la carretera por los alrededores del castillo de Taibilla y el segundo disfrutando ya de varios años de jubilación en su aldea.