martes, 25 de noviembre de 2025

La carretera del Taibilla

El aroma del membrillo
se queda impregnado
al secarme la lagrima
del frío de este otoño…
Las nueces entre las hojas
escondidas junto a la tapia
rumian como el ganado
en el barranco del castillo…
La carretera se torna amarilla
bordeando los chopos desnudos
el humo de la chimenea huele
como el membrillo en mi mejilla…
Unos buitres revolotean
sobre el sauce del molino
y unas cabras montesas
curiosas nos miran en la orilla…
El sol alimenta el alma
de este noviembre helado
los mismos hombres caminan
cada tarde desorientados
huyendo del crepúsculo
que les persigue despiadado
son los últimos guardianes
de un tiempo que se va
como el agua del río
nunca vuelve hacia atrás.

Pedro Serrano
22/11/25
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