Isidoro de la Cierva y Peñafiel nació en Murcia el 16 de octubre de 1.870,
fue un abogado, notario y político español, conocido como Cierva el Bueno, desempeño durante dos décadas una carrera política
que le llevo a ocupar diferentes cargos importantes a principios del siglo XX.
Miembro de la amplia y destacada familia De la Cierva, fue,
entre otras muchas cosas, tío de Juan de
la Cierva y Codorníu inventor del Autogiro, fue diputado y senador por Murcia
en varias etapas entre 1.907 y 1.923. Fue ministro de Instrucción Pública y
Bellas Artes desde el 4 de diciembre de 1.922 al 7 de diciembre de 1.922 solo
estuvo cuatro días en el cargo por la caída del gobierno de José Sánchez Guerra
presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII.
La biografía de Isidoro de la Cierva es muy amplia y abarca
diferentes campos además de su trayectoria política, el motivo de recordarlo
ahora es porque se cumplen cien años de su visita a Nerpio el 29 de junio de 1.921,
día de San Pedro, para ir encauzando el proyecto de la construcción del pantano
del Taibilla que después se retraso varias décadas por el alzamiento militar y
la Guerra Civil en España.
De niño escuche en algunas conversaciones de los adultos que
alguno de los antepasados de esta ilustre familia murciana venían de Huebras,
algo que no está demostrado, lo que sí es cierto que hace un siglo ahora, poco
antes de ser ministro, Isidoro de la Cierva estuvo en Nerpio con dos de sus
hijos, noticia que apareció en La Verdad unos días después de aquel veintinueve
de junio de 1.921 y que reproducimos a continuación íntegramente.
La foto del coche no tiene nada que ver con la noticia, es
simplemente uno de los primeros que llegaron a Nerpio a principios
del siglo pasado, aunque por esas casualidades de la vida también podría ser
que fuera ese el automóvil en el que llego Isidoro de la Cierva a Nerpio para
comenzar el expolio de las aguas del Taibilla.
A continuación en cursiva la noticia completa tal como la
conto La Verdad a principios del mes de julio del año veintiuno del siglo
pasado, hace cien años… y algunos días.
DE NERPIO
Viajeros ilustres
Con motivo de visitar
el sitio sobre el cual se ha de edificar el pantano del Taivilla, llegaron a
esta villa en su automóvil, a las 7’40 de la mañana del día de San Pedro,
el Excmo, Sr. D. Isidoro de la Cierva,
acompañado de sus hijos don Julio y don Enrique.
Sorpresa grande llevó
el pueblo cuando se corrió la noticia de haber venido los ilustres personajes,
pues aunque se esperaban, no tan temprano como han venido;
el pueblo se estaba
preparando para salir a recibirlos, cuando se ha dejado ver el coche del señor
Cierva en la plaza Mayor del pueblo.
Visita a la Parroquia
Después de un breve
descanso en casa del señor Santoyo, donde fueron obsequiados, dirigiéndose los
viajeros a la Iglesia Parroquial de la villa, en que cumplieron con los
preceptos religiosos.
Camino de las fuentes. Visita al
Santuario
Después de visitar la
Iglesia Parroquial y a las diez en punto de la mañana, emprendieron el camino
que conduce al nacimiento de las aguas, que ha de recoger el pantano, y en
donde habían de celebrar el banquete con que los jefes políticos han obsequiado
a los señores Cierva.
Después se dirigieron
a visitar el Santuario donde se asienta en su sagrado trono la Reina de la
Sierra Nuestra Señora de la Cabeza. Mostró deseos el señor Cierva de entrar en
la ermita, penetrando en la iglesia, donde admiraron la recogida sencillez y el
fervor religioso del pueblo. Al señor Cierva gustó mucho la preciosa imagen, de
quien hizo un acertado parangón con la Virgen de la Arrixaca, antigua patrona
de Murcia.
En las fuentes, Banquete
Acto seguido marcharon
al nacimiento de las aguas.
Llegada la hora de la
comida se reunieron los comensales entorno a la mesa, artísticamente colocada
bajo la pródiga sombra de un corpulento y frondoso nogal, corriendo a un lado y
otro de ella las puras y cristalinas aguas.
Fueron sentados a la
mesa en el orden siguiente: Presidia en uno de los extremos el señor Cierva,
acompañado de don José Ruiz a su derecha y a su izquierda el señor Cura
Párroco; y al otro extremo presidia don José López, acompañándole ambos hijos
del señor Cierva, siguiendo los demás invitados.
Brindis
Al descorchar el
champagne, el señor Cierva brindó por la
prosperidad de Nerpio, por las aguas del Taivilla, que deseó se conviertan en
oro y plata que fecundicen y engalanen las vegas del Segura y prometió su apoyo
para mejorar el pueblo y lleguen a feliz término las obras tanto del pantano
como del abastecimiento de aguas potables de Murcia y Cartagena.
Regreso
Después de la comida
regresaron al pueblo en donde descansaron por breves momentos y a las cuatro y
media de la tarde, despidiéronse mutuamente y montando de nuevo en su automóvil
los señores excursionistas, emprendieron la marcha hacia su domicilio
acompañándoles don José López hasta Turrilla, en donde se ha de edificar el
pantano. Exploraron brevemente el terreno, y siguieron hasta el fin del viaje.Don José López regreso
en su carruaje.
Grato recuerdo
El pueblo de Nerpio se
congratula de haber tenido en su seno, aunque por breves momentos, al ilustre
murciano don Isidoro de la Cierva.
El Cronista/La Verdad, Julio 1.921
Pedro Serrano Gómez. Noviembre 2.021.