Miguel “El de La Labor”
Miguel Gómez
Sánchez nació el día doce del mes de la pascua del año cuarenta y dos,
12-12-1.942, en un cortijo que llamaban de “La Media Labor”, situado entre La
Tercia y La Dehesa en las faldas de un pequeño valle escarpado junto al
Castillo de Taibilla, un lugar que abrevió su nombre y es más conocido como “Cortijo
de la Labor”, de ahí le viene el apodo
por el que es popularmente más conocido “Miguel el de la Labor”.
Se caso con
Elisa Gómez Serrano, en la ermita de La Dehesa en 1973, tiene una hija
y dos nietas. Comienza a contarme
pasajes de su vida con esa voz peculiar tan característica en sus coplas y que
parece más adecuada para las seguidillas y malagueñas que para una simple conversación;
”Donde
yo nací le llamaban el Cortijo de la Media Labor porque lo llevaban a medias
con el señorito, allí nos hemos jubilado tres generaciones, mi abuelo, mi padre
y yo. Me he dedicado toda la vida a la agricultura y la huerta, también a la
ganadería, hubo una época que tenia
ciento setenta ovejas, he trabajado con los albañiles, he ido a la vendimia, en
fin… los trabajos de estas tierras”.
Cuando le
pregunto por sus inicios musicales se detiene unos instantes para activar su
memoria y continua recordando en voz alta;
”Comencé
a tocar la guitarra con diez o doce años, somos cuatro hermanos, dos de ellos
también tocan, Leandro el laúd y José
María la pandereta y otras percusiones. De jóvenes hacíamos bailes de
animas por los cortijos… cuando éramos mozos
nos juntábamos las zagalas y zagales, si nos ayudaban a segar alfalfa, entonces
se hacía con hoz y corvilla, a cambio nosotros tocábamos y hacíamos baile por
la noche. Luego en septiembre nos íbamos a Francia a trabajar en la vendimia a
un pueblo que se llama Felines, nos llevábamos los instrumentos colgados con
una guita junto al abultado equipaje y allí hacíamos bailes también, un año
recuerdo que fuimos tocando en el tren todo el trayecto”.
De aquellos
tiempos mozos recuerda una copla que sintetiza un poco estos recuerdos, no la
suele cantar mucho pero le ha venido ahora a la memoria;
“Cuando
me pario mi madre, me pario en un centenar, cuando vino mi comadre, ya sabía yo
segar”.
Después de
aquellos años alegres de juventud entre bailes y trabajo que recuerda con entusiasmo
llego un largo periodo de silencio musical que duro casi dos décadas, las dos
principales causas de aquel largo parón fueron el fallecimiento de su primer
hijo cuando solo tenía cuatro meses y la marcha de sus hermanos a vivir a otro
lugar;
”Cuando se caso mi hermano hacia solo diecisiete días que había muerto mi hijo, fui yo solo a la comida por acompañarle y porque era mi hermano. Después ellos se fueron a vivir fuera y yo entre una cosa y otra estuve casi veinte años sin tocar ni cantar”.
”Cuando se caso mi hermano hacia solo diecisiete días que había muerto mi hijo, fui yo solo a la comida por acompañarle y porque era mi hermano. Después ellos se fueron a vivir fuera y yo entre una cosa y otra estuve casi veinte años sin tocar ni cantar”.
Fue ya a
principios de la década de los noventa del siglo pasado cuando Miguel retomo de
nuevo su afición musical con la ” Cuadrilla del Tío Tomas y unos
cuantos más” coincidiendo con el segundo
encuentro de cuadrillas en Nerpio en
1.994, la cuadrilla paso a llamarse a partir de entonces Cuadrilla de Huebras.
Hay varias
coplas que son típicas de Miguel, la primera que me viene a la memoria y le
recuerdo es;
“Anda y dile
a la Gabriela, que no me espere esta noche, que tengo el caballo malo, de las
corridas de anoche”
Cuando le
sugiero que elija alguna de las coplas que suele cantar y por las que siente
más cariño se acuerda de dos, que según me comenta, no están entre las que más
utiliza;
”Los
cabellos de las rubias, dicen que tienen veneno, aunque muera “envenenao”,
cabellos de rubia quiero”.
”Aunque
tengas mas amores, que flores tiene un almendro, no te ha de querer ninguno,
como yo te estoy queriendo”.
En estas
últimas tres décadas ha viajado por muchos lugares de España con la Cuadrilla
de Huebras participando en diferentes festivales de música tradicional en los
cuales dejan siempre una sensación de arraigo popular donde destaca por su
autenticidad la voz de Miguel con esa peculiar entonación que resuena como el
lamento esforzado de la sobriedad de estas tierras.
Junto a su
cuadrilla fue homenajeado recientemente en el ultimo certamen de cuadrillas
nerpiano. Es el miembro en activo más mayor de la Cuadrilla de Huebras con la
que ha participado en la grabación de varios discos así como en numerosas
colaboraciones. El año pasado grabaron junto a las otras dos formaciones de
música tradicional de la localidad el disco “Musicas de Taibilla” un titulo que
a nadie le puede sonar más cercano que a” Miguel de la Labor” nacido y criado precisamente
en aquellas laderas elevadas junto al Castillo de Taibilla.
Pedro Serrano Gómez
Mayo 2.020.